Según la norma EN 12469, hay varias clases de cabinas de seguridad biológica, en función del nivel de protección que ofrecen.
- Clase I: la cabina tiene una abertura en la parte delantera. El aire del laboratorio se filtra y se aspira en la cabina hacia el producto que se va a manipular. Este flujo de aire impide que se escapen los contaminantes, pero no protege el producto manipulado. Los CSB de clase I están diseñados para garantizar la seguridad de los operarios y la protección del medio ambiente.
- Clase II: la cabina tiene una abertura frontal y funciona mediante un flujo descendente de aire filtrado. Actúa como barrera para evitar que los contaminantes se escapen y minimizar el riesgo de contaminación del producto. Sin embargo, existe el riesgo de que se escapen contaminantes debido a la ubicación de la rejilla de aspiración, que hace que haya menos caudal de aire en la parte superior que en la inferior. Además de proteger al operario y al medio ambiente, estas cabinas también tienen la ventaja de preservar la integridad de la muestra que se manipula. Las cabinas de clase II se dividen en 3 subcategorías:
- Clase III: la cabina está totalmente cerrada. Por tanto, ofrece una zona de trabajo estanca. Como resultado, la protección del personal, las muestras y el medio ambiente es prácticamente total.
Nuaire Clase I CSB
CSB de clase II de Biobase
LAMSYSTEMS Clase III CSB
Sea cual sea la cabina, el aire expulsado a la atmósfera se filtra, obviamente, para evitar el riesgo de contaminación. Un factor importante a tener en cuenta es el grado de nocividad de los agentes biológicos manipulados, que determinará la clase de dispositivo que debe utilizarse.