Los dopplers se utilizan para determinar la velocidad del flujo sanguíneo que atraviesa un órgano o un vaso. Sirven, por tanto, para detectar ciertas patologías vasculares, como estrechamientos de los vasos sanguíneos, o también venas o arterias dañadas. También permiten analizar la vascularización de órganos o tejidos cuando se combinan con un ecógrafo. En este caso se denominan ecodopplers.