En la parte superior del implante hay una conexión donde se atornillará el pilar para implante, al que luego se fijará la corona.
Como hay distintos tipos de implantes y coronas, también hay conexiones con distintas geometrías: hexagonales, octogonales, cónicas, esféricas, trilobulares y cuadrilobulares internas, etc. Lo más importante es que la forma y el tamaño de la conexión sean compatibles con el pilar que se atornillará a ella.
Las conexiones pueden dividirse en dos categorías: externas e internas.
- Implante dental externo:
el elemento macho está en el implante y el elemento hembra está en el pilar protésico. Como tal, el implante encaja dentro del pilar. Éste es el sistema más antiguo.
- Implante dental interno:
el elemento macho está en el pilar protésico y el elemento hembra en el implante. En este caso, el pilar se inserta en el implante. Este tipo de ajuste era imposible al principio de la implantología porque el grosor de las paredes del implante no era suficiente. Era incompatible con las propiedades mecánicas del titanio de grado 1 y 2 utilizado entonces. Sin embargo, la aparición de otros materiales, como el titanio de grado 4 y 5, ha permitido utilizar conexiones internas, que son las más habituales en la actualidad.
Implante interno Ziveco
Implante externo EBI