Los analizadores de bioquímica, también conocido como analizador de química clínica, se utilizan para determinar los metabolitos presentes en muestras biológicas como sangre u orina. El estudio de estos fluidos permite diagnosticar muchas enfermedades. Un ejemplo del uso de este tipo de analizador es la medición de la creatinina en orina para evaluar la capacidad de filtración de los riñones.
A la hora de elegir un analizador de bioquímica, se tendrán en cuenta la necesidad de automatización de la determinación, la especificidad de los reactivos y el nivel de precisión de las mediciones. La capacidad —número máximo de muestras analizadas al mismo tiempo— es también un factor que habrá que considerar.
Cabe señalar que algunos modelos se destinan a un uso veterinario.

La gestión de reactivos y muestras viene determinada por la capacidad del analizador. Los analizadores semiautomáticos analizan una muestra tras otra. Por el contrario, los dispositivos automáticos presentan una estructura diferente, con dos espacios:


