Qué electrocardiógrafo elegir

Los electrocardiógrafos —o sistemas de ECG— se utilizan para representar gráficamente la actividad eléctrica del corazón. Esta actividad se recoge gracias a una serie de electrodos colocados sobre la piel. Su análisis permite detectar problemas cardíacos: crisis cardíacas recientes o activas, arritmias, obstrucciones de las arterias coronarias, daños en el músculo cardíaco, cardiomegalias, etc.

Ver electrocardiógrafos

  • ¿Cuáles son los principales tipos de electrocardiógrafos?

    Existen dos tipos principales de electrocardiógrafos, según el tipo de examen que se vaya a realizar:

    • Electrocardiógrafos para diagnóstico en reposo: la electrocardiografía se realiza en reposo, durante una consulta o antes de una operación. Es una herramienta imprescindible que permite al personal médico supervisar el estado general de salud del paciente. Los electrodos, conectados al electrocardiógrafo, se colocan sobre la piel, previamente afeitada y limpia, en diferentes puntos del cuerpo —torso, muñeca, tobillo—. Capturarán la actividad eléctrica cardíaca. Se debe utilizar un mínimo de 6, pero es común usar 12, 15 o incluso 18.
    • Electrocardiógrafo para pruebas de esfuerzo: la electrocardiografía se realiza durante la actividad física en pacientes que padecen palpitaciones o dolores torácicos. Durante la sesión, el paciente debe realizar un esfuerzo físico cada vez más intenso, normalmente en una cinta de correr, cuya velocidad aumenta gradualmente. La duración media del examen oscila entre 10 y 30 minutos. Los electrodos —inferiores en número respecto de la electrografía en reposo— están conectados a un sistema que también puede medir la frecuencia respiratoria y la presión arterial.
  • ¿Qué representan los «canales» de un electrocardiógrafo?

    Los electrocardiógrafos capturan las tensiones asociadas a la actividad cardíaca a través de electrodos colocados en lugares específicos del cuerpo. La ubicación de los electrodos permite conocer la actividad eléctrica del corazón desde diferentes ángulos. Cada una de estas tensiones se muestra como un «canal» en el electrocardiograma.

    Cada canal representa la tensión diferencial entre dos electrodos o la tensión diferencial entre un electrodo y la tensión media de varios electrodos. Con las diferentes combinaciones de tensiones se obtiene, por consiguiente, un número mayor de canales respecto del número de electrodos existente.

    Número canales habitual:

  • ¿Cuántos electrodos se necesitan?

    Electrocardiógrafo de 12 canales de la marca Schiller

    Electrocardiógrafo de 12 canales de la marca Schiller

    El número de electrodos es decisivo para la concreción del diagnóstico: cuanto mayor sea este número, más fiable y preciso será dicho diagnóstico.

    Un electrocardiógrafo con cuatro derivaciones —tres electrodos y una toma de tierra— permite una monitorización básica. Puede medir la frecuencia cardíaca, detectar cambios en la frecuencia cardíaca, visualizar las ondas P, el complejo QRS, las ondas T. Los electrodos se suelen colocar en las muñecas y los tobillos. Los electrodos en los brazos y la pierna izquierda reflejan las variaciones eléctricas del corazón, mientras que el electrodo de la pierna derecha sirve como toma de tierra.

    Un electrocardiógrafo con 12 derivaciones proporciona un diagnóstico más exhaustivo y preciso al eliminar el ruido y las perturbaciones de algunas derivaciones. Asimismo, permite supervisar partes específicas del corazón. Un electrocardiógrafo estándar de 12 derivaciones dispone de seis derivaciones periféricas —también llamadas derivaciones de los miembros— y seis derivaciones precordiales —conocidas del mismo modo como torácicas—.

  • ¿Cuáles son los diferentes tipos de electrodos de ECG?

    Electrodos de ECG de la marca LUMED

    Los tipos de electrodos varían en función de:

    • La aplicación: en niños o en adultos. Los electrodos pediátricos o neonatales tienen un diámetro menor que los electrodos para adultos.
    • El tipo de fijación: con ventosa metálica —igualmente llamados electrodos de pera—, a presión, de pinza, de lengüeta —permiten una utilización con cables dotados de pinzas tipo «cocodrilo»—, de puente —diseñados para pruebas de esfuerzo, admiten conectores tipo «banana»—.
    • El número de utilizaciones: reutilizables o desechables. Los electrodos reutilizables suelen tener ventosas metálicas o pinzas. En cuanto a los electrodos desechables, existen principalmente los modelos de lengüeta y los modelos universales a presión. En este último caso, se requerirá la aplicación de un gel electroconductor.
      Existen igualmente electrodos autoadhesivos. Permanecen adheridos a la piel durante horas y a menudo se utilizan en unidades de cuidados intensivos o en quirófanos. Se pueden acompañar de conectores o pinzas.
  • ¿Qué otras funciones ofrece un electrocardiógrafo?

    Varias funciones ayudan a completar el diagnóstico. Entre ellas:

    • Monitorización en continuo: el cardiólogo sospecha una anomalía en la actividad cardíaca y solicita un electrocardiograma continuo. El examen dura entre 24 y 48 horas; los electrodos se colocan en el pecho del paciente y van conectados a una central que se asegura en una correa alrededor de la cintura o del cuello. El paciente deberá evitar bañarse o ducharse y anotar sus periodos de actividad y descanso, así como cualquier síntoma que pueda haber experimentado. Esto facilitará la interpretación de los resultados.
    • Análisis automático del electrocardiograma: la mayoría de los sistemas de ECG están equipados con un software que analiza automáticamente las señales para detectar directamente cualquier patología del miocardio.
    • Conexión inalámbrica: algunos sistemas de ECG disponen de conexión inalámbrica. La conexión inalámbrica simplifica la instalación y hace que el dispositivo sea más ergonómico para el especialista. Además, la ausencia de algunos cables reduce las interferencias, lo que permite obtener resultados más fiables.
    • Monitorización de larga duración: se registra la actividad cardíaca de un paciente durante un largo período de tiempo, para lo que se puede implantar un sistema de ECG bajo la piel. La monitorización durará hasta un año y los datos se transmiten por ondas de radio.
  • ¿Qué problemas se pueden detectar gracias a un electrocardiograma?

    Los electrocardiogramas son de gran utilidad para los cardiólogos. Entre las patologías cardíacas que se pueden detectar mediante ECG se encuentran:

    • El ritmo idioventricular acelerado.
    • El ritmo juncional acelerado.
    • Broncoconstricciones.
    • Asistolias —insuficiencia cardíaca—.
    • Taquicardias.
    • Aleteos auriculares.
    • Mal funcionamiento del marcapasos.
    • Paros cardíacos.
    • Arritmias.
    • Bradicardias.
    • Fibrilaciones ventriculares o atriales.
    • Síndrome de Wolff-Parkinson-White.
    • Disfunciones sinusales.
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