Qué analizador de bioquímica elegir

Los analizadores de bioquímica, también conocido como analizador de química clínica, se utilizan para determinar los metabolitos presentes en muestras biológicas como sangre u orina. El estudio de estos fluidos permite diagnosticar muchas enfermedades. Un ejemplo del uso de este tipo de analizador es la medición de la creatinina en orina para evaluar la capacidad de filtración de los riñones.

A la hora de elegir un analizador de bioquímica, se tendrán en cuenta la necesidad de automatización de la determinación, la especificidad de los reactivos y el nivel de precisión de las mediciones. La capacidad —número máximo de muestras analizadas al mismo tiempo— es también un factor que habrá que considerar.

Cabe señalar que algunos modelos se destinan a un uso veterinario.

Ver analizadores de bioquímica

  • ¿Qué tecnologías de medición utiliza un analizador de bioquímica?

    Analizador de bioquímica automático Altair™ 240 de la empresa EKF

    Existen varios métodos analíticos de medición. Se dividen en dos categorías:

    Técnicas ópticas:

    • Colorimetría: es el método más común. La muestra se mezcla con el reactivo apropiado para producir una reacción que da como resultado un color. La concentración del analito determina la intensidad del color obtenido.
    • Fotometría: se proyecta una luz sobre la muestra con una longitud de onda adecuada, mientras que un fotodetector, situado al otro lado de la muestra, mide la cantidad de luz absorbida. Está directamente relacionada con la concentración del analito en la muestra. Principios: absorbancia —capacidad de un medio de absorber la luz—, turbidimetría —medición de la turbiedad producida por sustancias suspendidas en un medio líquido—, fluorescencia —luz emitida por una sustancia que absorbe la luz en una longitud de onda y la emite en otra longitud de onda—.

    Técnicas electroquímicas:

    • Potenciometría directa: el uso de electrodos selectivos de iones (ISE) está muy extendido y se utiliza principalmente para la determinación de iones en muestras. Este método se utiliza para medir iones como Na+, K+, CI- y Li+. Los ISE son sensores capaces de determinar la concentración de iones en una solución midiendo el flujo de corriente a través de una membrana selectiva de iones.
    • Potenciometría indirecta: este método también utiliza electrodos selectivos de iones. Da lugar a altas cadencias y es el más utilizado en laboratorios centrales. Requiere dilución previa, a diferencia de la potenciometría directa, y sus resultados se expresan en moles.

    Sin olvidar que un analizador de bioquímica puede ofrecer varios principios de medición.

  • ¿Qué criterios permiten evaluar el rendimiento de un analizador de bioquímica?

    Son varios los criterios que ayudan a evaluar el rendimiento del dispositivo:

    • Utilización: automático o semiautomático. En el caso de los analizadores totalmente automáticos, las muestras y los reactivos se preparan de antemano y se introducen en el dispositivo, que los gestionará y hará un análisis completo. Existe la posibilidad de configurar la cadena de pruebas y de ajustar la cadencia. Los analizadores totalmente automáticos son más adecuados para laboratorios medianos y grandes que necesitan analizar grandes cantidades de muestras.
      Por el contrario, los dispositivos semiautomáticos son más idóneos para laboratorios auxiliares o consultas médicas que tratan pequeños volúmenes de muestras. En este casos, el analizador deberá configurarse para cada prueba y no tienen cadencia.
    • Cadencia: número de muestras analizadas por hora. Esta cadencia mejora considerablemente con el uso de electrodos selectivos de iones —ver pregunta sobre las tecnologías de medición de un analizador de bioquímica—.
    • Modo de acceso aleatorio —random acces—: ofrece un alto grado de flexibilidad, especialmente para laboratorios y hospitales con índices de actividad medios o altos. Estos centros deben hacer frente a imperativos cada vez mayores y, por tanto, reducir el tiempo de procesamiento para aumentar la productividad. Con el acceso aleatorio, es posible cargar muestras de forma aleatoria y continua y obtener resultados, paciente por paciente, en plazos muy cortos. Este procedimiento permite alcanzar cifras interesantes, 800 pruebas fotométricas por hora, por ejemplo.

    Puntos clave a la hora de elegir un analizador de bioquímica:

    • Técnicas de medición.
    • Modalidades de utilización.
    • Cadencia del dispositivo.
    • Gestión de muestras.
    • Consumo de reactivos.
  • ¿Cómo se gestionan los reactivos y las muestras?

    La gestión de reactivos y muestras viene determinada por la capacidad del analizador. Los analizadores semiautomáticos analizan una muestra tras otra. Por el contrario, los dispositivos automáticos presentan una estructura diferente, con dos espacios:

    • Una gradilla donde se colocan los reactivos. Varían según el tipo de muestra y de dosificación que se vaya a realizar.
    • Una gradilla donde se colocan las muestras. Pueden ser diversas y variadas: sangre, orina, líquido cefalorraquídeo, etc. Vienen determinados por el tipo de diagnóstico y la especialidad médica.

    Un brazo automatizado pipetea el reactivo en tubo y lo deposita en el tubo de la muestra para realizar la determinación que se someterá a análisis.

    Uno de los puntos más importantes es el volumen de reactivos y muestras que el analizador necesitará para realizar una prueba. Este valor puede tener un impacto en los gastos de funcionamiento. De hecho, un dispositivo que requiera grandes cantidades de reactivos será más caro a largo plazo.

    Los sistemas con modo de acceso aleatorio —ver pregunta sobre el rendimiento de un analizador de bioquímica— tienen un modo de gestión de muestras más flexible y permiten ahorrar tiempo, a la vez que reducen el riesgo de errores humanos debidos a la manipulación manual. Un sistema de código de barras permite que el dispositivo gestione las pruebas de forma completa, eficiente y fiable.

  • ¿Qué opciones ofrece un analizador de bioquímica?

    Algunos modelos ofrecen una gama más amplia de análisis que los analizadores convencionales. Por lo tanto, pueden utilizarse en varias especialidades, como la inmunología, la endocrinología, la toxicología o la oncología. Esto es posible gracias a los tipos de determinaciones compatibles con estos dispositivos, que pueden llegar hasta 100. Para optimizar el flujo de trabajo, existen del mismo modo sistemas que procesan muestras de química clínica e inmunodeterminación  al mismo tiempo. Se elimina así, entre otros, la necesidad de manipular muestras entre módulos.

    Además, algunos analizadores de bioquímica pueden tener una conexión inalámbrica para garantizar un mejor intercambio de datos de los pacientes, especialmente en laboratorios dotados de un Sistema de Información para Laboratorio, o LIS.

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