Los reactivos se utilizan generalmente en los laboratorios, pero también están disponibles en forma de kit para su uso sobre el terreno. Tienen muchas aplicaciones. Entre ellos
Los reactivos son los componentes básicos de los kits de pruebas clínicas utilizados para detectar diversas enfermedades (como el Covid-19, por ejemplo) o para pruebas de embarazo.
En las pruebas de detección de drogas, los reactivos se calibran para que reaccionen a un determinado umbral de presencia de la droga de interés. Si se supera el umbral, el resultado es positivo. Las drogas analizadas incluyen cannabis, opiáceos (heroína, morfina), cocaína, crack, anfetaminas, etc. Las principales circunstancias en las que puede realizarse este tipo de prueba son las pruebas de drogas en carretera, los accidentes de tráfico, la lucha contra el dopaje, la implicación en una infracción de tráfico o las pruebas en la empresa.
Los reactivos también pueden utilizarse para pruebas medioambientales como el análisis del agua (agua limpia, aguas residuales, efluentes industriales) y el análisis del suelo.
Los reactivos también sirven para pruebas de determinación de parámetros de pH y gases sanguíneos, por ejemplo, o para mediciones de electrolitos.
Los reactivos también se utilizan en pruebas alimentarias, por ejemplo para determinar el valor nutritivo y la calidad de ciertos alimentos. También se utilizan para detectar la presencia de contaminantes importantes, como pesticidas y metales pesados, con el fin de garantizar la seguridad alimentaria. Esto se aplica a los sectores de la alimentación, la bebida y la agricultura.
Reactivo de control de calidad de la marca RANDOX
Reactivos ERBA Diagnostics para el análisis de la coagulación