Las bombas de infusión se utilizan sobre todo en entornos hospitalarios para pacientes encamados, a excepción de las bombas ambulatorias, que están pensadas para personas que pueden moverse. Las bombas de infusión se utilizan en una gran variedad de entornos y servicios, desde unidades de cuidados intensivos a clínicas geriátricas. Aquí destacamos las principales:
- Reanimación / cuidados intensivos;
- Anestesia;
- Cirugía;
- Medicina interna;
- Gastroenterología;
- Cuidados paliativos (para controlar el dolor, por ejemplo);
- Urgencia médica;
- Atención domiciliaria;
- Clínicas geriátricas.
La bomba de infusión debe ser manejada por un profesional sanitario con formación específica en el manejo de estos dispositivos. En general, es un profesional de enfermería quien se encarga de poner las infusiones al paciente.