El hilo de sutura se monta en una aguja quirúrgica y se utiliza para unir el tejido orgánico y sellar los vasos sanguíneos. Generalmente disponible en envases estériles, puede presentarse en distintos materiales, diámetros, longitudes y colores.
El hilo de sutura se monta en una aguja quirúrgica y se utiliza para unir el tejido orgánico y sellar los vasos sanguíneos. Generalmente disponible en envases estériles, puede presentarse en distintos materiales, diámetros, longitudes y colores.
El criterio principal para elegir una sutura es su uso previsto. Hay cables para distintos tipos de cirugía, como neurocirugía, cirugía general, oftalmología, cirugía oral, etc. La elección debe hacerse teniendo en cuenta dos características del tejido que se va a suturar o ligar:
En función del uso previsto, deben tenerse en cuenta diversas características del hilo y, en el caso del hilo de aguja, también de la aguja.
Hay cuatro características mecánicas principales que deben tenerse en cuenta al elegir el hilo de sutura: resistencia, coeficiente de fricción, elasticidad y flexibilidad.
Las suturas pueden dividirse en dos categorías: monofilamento, formado por un solo filamento, y multifilamento, formado por varias fibras, que pueden trenzarse, retorcerse o recubrirse en paralelo. He aquí las principales ventajas e inconvenientes de cada tipo.
Mientras que las agujas quirúrgicas suelen ser de acero inoxidable, los hilos están disponibles en diversos materiales, en su mayoría sintéticos, algunos absorbibles y otros no. A continuación se enumeran los más utilizados.
El tiempo de absorción puede oscilar entre 60 y más de 200 días, según el tipo de material, el grosor del hilo, etc.
El rendimiento de la aguja depende esencialmente de dos criterios: su rigidez y su capacidad de penetración.
Para obtener el mejor resultado posible, es importante prestar atención a las siguientes características: